Por Constanza Ayala
Las autoridades de Portugal y Alemania han realizado nuevas búsquedas en Algarve, precisamente en los alrededores de la represa de Arade, en el municipio de Lagos. Se buscan nuevas pruebas para tratar de incriminar a Christian Brückner, antes de que salga en libertad en septiembre.

La Fiscalía de Braunschweig, en Alemania, encabeza una nueva etapa en la investigación por la desaparición de Madeleine McCann y ordenó recientes allanamientos en el municipio portugués de Lagos, cercano al complejo turístico de Praia da Luz, donde la niña británica fue vista por última vez mientras vacacionaba con sus padres. En ese entonces, Christian Brueckner residía en la zona y registros telefónicos lo ubicaron cerca del lugar la noche de la desaparición. Aunque aún no pesa una acusación formal en su contra, las autoridades alemanas sostienen la hipótesis de que fue responsable de su muerte.
Pruebas que lo pueden comprometer
Christian Brückner, un ciudadano alemán, fue el primer y único sospechoso desde 2020 sobre la desaparición de Madeleine e imputado por la policía de Portugal dos años después. Brückner recientemente habría dado detalles a un conocido sobre el caso, «ella no gritó» refiriéndose hacía la niña. Actualmente Christian Brückner se encuentra cumpliendo una condena por una violación a una mujer de 72 años, en 2005.
Cabe destacar que se han encontrado fragmentos de ropa, restos de huesos en los alrededores de Praia Da Luz. Una imagen satelital captó días después del acontecimiento una carpa en el área en la que probablemente acampaba el sospechoso. Además, un disco duro que contenía imágenes de abuso a menores y armas de fuego fueron hallados en una fábrica, propiedad del acusado.

Desaparición de Madeleine
La noche de 3 de mayo de 2007, Kate y Gerry McCann, cenaban junto a sus amigos en un restaurante del complejo turístico de Praia da Luz, en la región de Algarve, Portugal, próximo al departamento donde se alojaban. Madeleine McCann vacacionaba con su familia cuando desapareció sin razón alguna de su cama, en la habitación que compartía con sus hermanos. Aseguraron haber revisado a los hijos cada ciertos minutos. Cerca de las 22 hs, Kate descubrió que Madeleine ya no estaba en su cama.
Inicialmente, se pensó en un secuestro. La policía portuguesa apuntó sospechas a los propios padres con una hipótesis de un accidente y encubrimiento, pero nunca fueron acusados formalmente. En 2008, el caso fue archivado por falta de pruebas. Fue reabierto en 2013 por la policía británica con una investigación llamada “Operación Grange”.